lunes, 7 de noviembre de 2016

King Of the North: ¡Reyes del Hard Rock!


Una vez más Salason nos ofrecía un magnífico cierre final para el fin de semana, y es que poder disfrutar de los australianos King Of The North a golpe de domingo es un lujo de propuesta a la que es dificil decir que no.

Amparados por una enorme lona que colgaba al fondo, psicodelica a más no poder, con la batería a la derecha y tres guitarras esperando a la izquierda (una Les Paul y dos SG), todo estaba listo para arrancar y para que toda la artillería de amplis que traían empezaran a darnos bofetones de Hard Rock.


De verdad que nada más arrancar nos volaron la cabeza a todos con la potencia de decibelios y de enrgía que salía del escenario. El nuevo batería Steve Tyssen demostró que no salieron perdiendo con el cambio ni mucho menos. Golpeaba con fuerza y velocidad, un batería demoledor que le pegaba con ambos extremos de la baqueta y llenaba de sonido los temas con aparente facilidad, increiblemente, a pesar del más que evidente derroche de energía que estaba haciendo aún le quedaba aire para hacer los coros... ¡Una bestia parda!


Andrew Higgs por su parte es el guitarrista total. Nos dejó boquiabriertos a todos con su velocidad de digitalición y su espectacularidad, pero era impresionante mirar a sus pies y ver la facilidad con la que usaba una pedalera que parecía la nave espacial que aparece en la portada de su último álbum "Get Out Of Your World". Para añadirle más merito a este pedazo músico hay que decir que tiene voz... ¡Mucha voz!

Precisamente nos presentaron ese último trabajo del que os hablábamos con temas como "Burn" o "The Mountain", pero también hubo lugar para su anterior LP con auténticos pepinazos como "Surrender", "Wanted" o "Just Wanna Rock N Roll", y dos covers que no podían estár mejor elegidos, el "Manic Depression" de Jimi Hendrix, en el que personalmente creo que se vivió el mejor momento de la noche y con el que se irían antes de volver para los bises, y el "Inmigrant Song" de Led Zeppelin, con el que cerrarían un bolo brutal lleno de energía y sudor.


Hard Rock muy potente con aroma a metal y muchos tintes psicodélicos, todo ello muy bien ejecutado por dos músicos soberbios que además supieron tirar muy bien de los loops para que los temas tuviesen más cuerpo y melodía. Todo lo bien que nos habían hablado tras su visita el año pasado quedó confirmado tras verlos en vivo y en directo, una banda más que recomendable, de esas que te dejan paralizado viendoles tocar ¡Brutales!

Salud y ¡Rock & Soul & Things!



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