lunes, 18 de abril de 2016

Fringe: la versión mas pura de Cora Sayers.


No podemos esconder la debilidad que tenemos por esas noches de domingo en el rockero pero sin embargo acogedor ambiente de A Fonte do Galo de Cangas. En esta ocasión la artista que nos visitaba hacía que la cita fuese todavía más ineludible para un servidor, pues a principios de año habíamos visto ya la versión acústica de Cora Sayers, en la que fue la última sesión vermú de la auntigua Bocados también en Cangas, y me gustó tanto lo que aquel día escuché, que las ganas de volver a verla de nuevo se había convertido en impaciencia, así que cogí mis bártulos para volver a estar cara a cara con una Cora que cuando está acompañada tan solo por su guitarra se hace llamar Fringe.

Armada como os decía tan solo por su guitarra, y enfundada en una camiseta de Sonic Youth, comenzaba casi susurrante, como tratando de hacer que el público tuviese que centrar todos sus sentidos sobre ella, cosa que sin duda consiguió al instante.


Los temas crudos y cargados de electricidad que escuchamos en su disco "I'm Home" toman una dimensión muy diferente cuando pasan por el filtro de Fringe. Se quedan desnudos, dotándolos de más humanidad, haciendo que la fuerza que pierden sin tanta elaboración detrás, se transforme en pura música, en sentimientos, en seis cuerdas y una voz que siempre destaca por salirse de los
estandares a los que estamos habituados ultimamente en los conjuntos acústicos.


Vivimos aproximadamente una hora de recital en el que Fringe nos adaptó temas del ya mencionado "I'm Home", alguno de su maqueta "Charlie", el inevitable recuerdo a Chavela Vargas y Querido Extraño en forma de "La Llorona" e incluso algún tema en castellano que nos adelantó que formará parte de su próximo trabajo.


Con la guitarra salpicada de la sangre de su maltrecho dedo, se despidió con una sonrisa en la cara casi tan grande como lo era la de todos los que disfrutamos a pequeños sorbos del talento de una artista que no necesita más que una guitarra y un micrófono para silenciar durante más de una hora a todo un bar lleno de gente.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!


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