Como ya viene siendo costumbre el gran Frans Banfield nos viene a hacer mas llevadero el final del verano, y ya iba siendo hora de que nos dejasemos caer por una de sus fechas en Vigo. Que mejor ocasión que en la intimidad de La Casa de Arriba y con un buen grupo de amigos que además son músicos a los que el talento se les escapa por los poros de la piel.
Con su inseparable Brian Moure como siempre soberbio al bajo y el genial Manuel Ares a las baquetas, se presentaba ante un buen puñado de gente con un blues que ya hacía presagiar que la noche iba a estar plagada de buena música.
Si un adjetivo define a este músico y lo que vivimos esa noche ese es versatilidad. Sin duda lo que mas me gustó del concierto es que Frans y compañía se adaptaban a los invitados, haciendo que la velada se acabase por convertir en un abanico inmenso de estilos musicales: blues, pop, rock, tango, soul, hip-hop y por supuesto funk se fueron suceciendo en las dos horas de música y buen rollo que nos ofrecieron a los presentes.
La lista de invitados fué larga y de lo mas variada, desde Raquel Gey que nos dejó una increible interpretación de flauta, pasando por nombres que en Vigo son casi leyendas en más de un caso. Me encantó la colaboración de Nillo Nandez, hubo momento tributo a Antonio Vega con David Cocón, un mano a mano muy bueno con Tincho Fernán, tango de la mano del genial Alberto Cunha, un soberbio soul con la grandiosa Sabela Cereijo que consiguió poner en pie a mas de uno y despiporre final con la aparición de Seilaesencia y Ángel Sánchez, en lo que acabó con toda la gente bailando al ritmo del funk que tanto caracteriza a Frans.
Los que estuvieron presentes se estarán preguntando que donde he metido a Nicolas Pastoriza, pero lo he dejado para el final pues su colaboración además de estar llena del talento que lo caracteriza estuvo llena de simpatía y acabó por dejarnos también el momento mas emotivo en forma de recuerdo al tristemente desaparecido Hal 9000.
En resumen: noche de buena música, agradable ambiente, muchas risas, compadreo entre músicos y público y emociones a flor de piel. ¿Se puede pedir algo mas? Desde aquí si que lo pedimos...¡Vuelve pronto Frans!
¡Salúd y Rock & Soul & Things!
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