lunes, 7 de septiembre de 2015

Booty Sweat arrasan en Salason


Con las fiestas del Cristo todavía dando sus últimos coletazos en Cangas llegamos a nuestro habitual santuario para lo que sería otra fiesta muy distinta...¡la fiesta del blues!

No me quiero extender mucho y es que los que seguís con asiduidad nuestro blog conocéis mas que de sobra a Booty Sweat, así que si queréis saber mas sobre ellos ya estáis tardando en asistir a uno de sus impresionantes directos...me lo agradeceréis.

El show que nos ofreció la banda formada en Vigo fué como de costumbre pura intensidad, blues de Chicago con actitud de rock noventero sobre el escenario. Es muy dificil no destacar cada vez que escribo sobre ellos a Andrés y a Juanma por su altísmo nivel a las seis cuerdas, donde armados con dos guitarras que bien podrían representar dos polos opuestos, nos hicieron disfrutar hasta el punto de que no sabías hacia que extremo del escenario mirar ¡Soberbios ambos como siempre!










Es dificil destacar por encima de semejantes guitarristas, pero tanto Manuel Ares a la batería como Jorge Arenaz al bajo consiguieron ganarse el respeto y la admiración del público de Salason, muy pasional y entregado pero duro donde los haya, pues está acostumbrado a músicos del mas alto nivel.

En el caso de Jorge es dificil ver a un bajista que se ponga al frente de la banda y no solo marque los ritmos con precisión como el hizo, si no que además no se corto ni un solo instante y nos brindó momentos reálmente brutales en los que se comía el escenario.


Manuel por su parte tuvo momentos en los que parecía no estar en Cangas. Con los ojos cerrados, sintiendo el blues de corazon pero tocándolo con cabeza nos dejó un solo de batería en el que hizo volar su imaginación y puso en extasis a la gente.


El resumen del concierto y de lo que hicieron sobre las tablas de Salason lo puedo hacer con relativa facilidad: comenzaron tocando con cuatro personas en primera fila y acabaron con practicamente todo el público pegado al escenario. Hay muchas bandas que tocan muy bien, pero Booty Sweat no solo se limitan a eso, si no que ofrecen espectáculo y se implican con la gente de tal modo que nunca he visto un concierto en el que no enganchen al público, sean 10, 30, 50 u 80 personas. Cuando tocas blues con el corazón nadie se puede resistir.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!


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