sábado, 14 de febrero de 2015

Puro sabor americano con Jonny Kapplan & the Lazy Stars en La Iguana.


Noche de jueves de esas que hacen que el viernes, aún a pesar de las pocas horas dormidas, te levantes con una sonrisa en la cara que nada ni nadie te puede borrar.

Quizá Jonny Kaplan no tiene el nombre que se merece para el gran público, pero para los amantes del denominado como heartland rock, es un auténtico grande, y por eso la semana se nos pasaba lenta esperando el momento en el que él y su talentosa banda saltasen al pequeño pero mítico escenario de La Iguana Club.

Con bastante puntualidad comenzaron a tocar, y en cuanto sonaron los primeros acordes rápidamente me vino a la cabeza un pais, y no era Estados Unidos, sino Suiza, porque la banda tenia un sonido tan compacto y sincronizado que parecian un reloj suizo.














De primeras eché en falta a Rami Jaffee y su teclado, pero según avanzaba la noche ni me acordé de el. Solo con mencionar los nombres de los componentes de la banda que trae a sus espaldas, te das cuenta sin haber visto el concierto de lo que disfrutamos los que allí nos acercamos. Con el bajista vasco Jokin Salaverria, que me sorprendió con su calidad y manejo de los ritmos a las cuatro cuerdas, Kevin Haaland, que es uno de los guitarristas con mejor gusto que he visto en los últimos tiempos, con gran dominio de los pedales y el slide, y como ya dije un exquisito gusto en los solos. Y dejo para el final a Dave Krusel, famoso por haber sido el batería original de Pearl Jam, el que grabó el mítico "Ten" allá por el año 1991, y que sin duda dejó claro que su fama esta a la altura de su modo de tocar.














Con semejante elenco acompañándole, a Jonny Kaplan se le hace mas facil cantar, disfrutar de su música y del público, cosa que sin duda hizo. Con un set list corto pero muy bien elegido, se dedicó sobre todo a presentarnos su último trabajo "Sparcke and Shine", con temas como "Annalee Meets the Scorpion", "Helena's Afraid", "The Child is Gone" o su fantástico primer single "When You're Down".










Tras una hora de concierto, y el típico amago de irse, nos dejó el habitual bis, que aunque el no lo sabía aún, no iba a ser el único. Empujados por el público tuvieron que salir una segunda vez e incluso una tercera, en la que ya el solo, armado con su Telecaster, nos dejo una deliciosa balada con la que apaciguó a un público que vibró con sus temas y con las adaptaciones de otros, como el "Lover Of The Bayou" de The Byrds, el "Mary Jane's Last Dance" de Tom Petty o incluso un recuerdo a The Doors, con un pedazo del "Five to One" elegántemente introducido en uno de sus temas.














En definitiva, otra noche mágica, y sin duda un concierto que al final del año recordaremos como uno de los mejores de este 2015 que acaba de comenzar y ya nos está dando noches gloriosas como esta.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!



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