lunes, 11 de agosto de 2014

La noche se muere...¡Los Suaves sobreviven!


"Si la vida tuviese banda sonora sería de Los Suaves". Así rezaba una pancarta hace unos 4 años, el día que la banda ourensana decidía celebrar en su ciudad natal los 30 años de su debút sobre un escenario con Los Ramones. Sin duda mucha gente ha crecido y crece con las letras de Los Suaves de fondo.

No es facil escribir sobre algo tan grande como ha sido, es y será ese gato negro en Galicia y en el rock estatal en general. Hoy trataré de dejar de lado los fuertes sentimientos de quien os escribe hacia la melancólica música que Yosi y compañía componen, para centrarme en contaros lo que sucedió en el concierto que nos brindaron en Muros, como plato fuerte del Festival Castelo Rock.

Cuando ves a una banda grande se nota, y cuando Los Suaves salen a escena lo hacen desde ya hace unos años sabiendo que son practicamente leyendas, pero sin dejarse llevar o relajarse por ello en ningún momento. Si bien es cierto que Yosi a sus 66 primaveras no tiene ya la voz, ni el físico, ni la memoria para cantar, aguantar o recordar las letras en muchos momentos de conciertos de mas de 2 horas como el de ayer, todo eso lo compensa con el entusiasmo de quien ama el rock, ama a sus fans, y lleva toda una vida bendiciendo al rock con su presencia. He de reconocer que me apena un poco verlo con un equipo de "niñeras" tratando de evitar que se mate (o que mate a alguién), pero a la vez te sorprende como ni entre dos o tres pueden frenarlo. Ese torrente de fuerza y pasión espero tenerlo yo con su edad. Al final todo eso que ha ido perdiendo con los años lo compensa con esas otras cosas, y que coño...¡es Yosi! ¡El es así y nos encanta!

El resto de la banda es espectacular, Cereijo y Fernando son la pareja de guitarristas mas espectaculares que se pueden ver juntos en una banda española. Tino es un batería soberbio, lleva el timón de un barco tan grande y dificil de manejar como es este con soltura y sencillez. En cuanto a Charlie...que siga pegado a los 'amplis' con su bajo con la bandera gallega, en segunda fila, sin dejar de sonreir mas de 30 años después durante todo el concierto, es algo que me fascina. Al igual que su hermano no pierde la pasión, y sin embargo conserva tras tanto tiempo una dedicación absoluta a lo que hace.

El concierto siguió mas o menos la estructura de los últimos que he podido ver. El "Adiós, adiós" va cada vez perdiendo mas protagonismo en el repertorio, a la vez que otros temas de sus inicios lo van ganando. Comenzarón como no podía ser de otra forma, con "Preparados para el rock and roll", tema perfecto para caldear desde el inicio, y continuaron con "Cuando los sueños se van" y la siempre emotiva "Palabras para Julia", una de las favoritas de los fans.


Cuando llevas tanto tiempo en esto es imposible no dejar fuera cientos de canciones que muchos quieren escuchar, pero el lado bueno es que escojas las que escojas, todas van a ser clásicos si o si. Así cayeron temas como "Maldita sea mi suerte" o la rabiosa "Por una vez en la vida". La verdad que a el potente y cuidado sonido del grupo hay que unirle la magnífica puesta de escena, con llamaradas de fuego, cañonazos de confeti y demas artilugios que aunque al final poco tengan que ver con la música, ayudan a ofrecer un buen espectáculo, que es lo que esperas cuando vas a ver a una banda grande. Especial cuidado y mimo en el inicio de temas como "Malas noticias", con sus famosos pasos y llamadas a una puerta como introducción, o los truenos de la apoteósica "Viajando al fin de la noche", que durante sus casi 10 minutos de duración es capaz de ponerte los pelos como escarpias cada vez que la tocan. Me gustaron mucho esos pequeños detalles que en anteriores conciertos no les había visto hacer.


Según avanzaba el concierto, Yosi cada vez se centraba mas en la escalada o en intentar arrojar cosas al público que en cantar, pero la banda siguió adelante con profesionalidad (como siempre hace) a pesar de las clásicas locuras de su santo y seña. 

"Pardao", "Mi casa", "¿Sabes?, Phill Lynott murió", o "No puedo dejar el rock", una canción de amor profundo (aunque no sea a una mujer), fueron algunos de los temas con los que nos deleitaron antes de los bises.


Una vez de nuevo en el escenario, la potente locomotora del "San Francisco Express" nos hizo viajar por lo que a partír de ahí sería un mano a mano de guitarras de alto nivel entre Alberto y Fernando, con solos casi imposibles y alargados hasta la extenuación. Todavía tocarían la mítica "Dolores se llamaba Lola" o el "O afiador", con el clásico homenaje a la bandera gallega y a la tierra que les vió nacer. El inevitable "Ya nos vamos" que presagiaba el final (al menos así suele ser) fué la siguiente en caer, pero por esta vez no sería el tema que cerraría el concierto. "La noche se muere" y el ya habitual en su repertorio solo de "Highway Star" de Deep Purple, cerraban una noche genial como todas las que tienen a Los Suaves como protagonistas. 

Me da igual que muchos digan que están acabados. Yosi esta mayor, es evidente, tiene casi 70 años, y no están como en los años 90, tampoco Pearl Jam lo están, pero siguen siendo los mas grandes, y desde Rock & Soul & Things siempre nos consideraremos "Suaves" y siempre que podamos estaremos frente a un escenario con el gato negro mirandonos desde lo alto.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!


GALERÍA DE IMÁGENES



























No hay comentarios:

Publicar un comentario